La cocina es el corazón del hogar, donde las familias y amigos se reúnen para charlar de su día a día y al mismo tiempo es el espacio donde se preparan diariamente los alimentos, por eso y más limpiarla a diario es importante.

Mantener una limpieza adecuada hará que todos se mantengan en óptimas condiciones de salud y tu casa en general lucirá pulcra, pero lograrlo no siempre es fácil, por eso en este artículo queremos compartir contigo 7 maneras de mantener limpia la cocina.

7 rutinas diarias para disfrutar siempre de una cocina limpia

1. Lava los platos, ollas y sartenes mientras cocinas: conforme vayas usando los utensilios de cocina al preparar la comida, introdúcelos (ya sucios) en agua con jabón para remojarlos. Después lávalos en lo que esperas a que se cocinen los alimentos.
2. Sigue una rutina después de las comidas: haz una “mini limpieza” en la cocina para dejarla en condiciones en el próximo uso.
   • Guarda todos los alimentos no consumidos, como las sobras, en recipientes de almacenamiento de alimentos y llévalos a la nevera
   • Lava todas las ollas, sartenes y otros elementos utilizados
   • Deja escurriendo todo para guardar enseguida estén secos
   • Limpia la pileta (fregadero) de cualquier grasa o suciedad que se haya acumulado mientras lavabas platos y otros utensilios
3. Barre el piso y pasa la fregona húmeda: por lo general siempre caen restos de comida, migajas y gotas de agua al piso. Esta es una tarea muy importante que evita accidentes.
4. Vacía el bote de la basura: De toda la basura en la casa, la basura de la cocina es la que tiene más probabilidades de atraer insectos u otras plagas, y también es la que tiene más probabilidades de crear olores desagradables.
5. Cambia tus paños de cocina a diario: Como mínimo, ten dos paños, uno listo para derrames y otro para manos y utensilios.
6. Revisa tu menú de comidas para el próximo día: sacar la carne o el pollo del congelador para que esté listo es un ejemplo. Dejar alimentos marinando por la noche o preparar de antemano algún aliño.
7. Delega tareas a los demás integrantes de tu familia: si tu niño/a ya camina puede llevar su plato y vaso hasta la cocina, y más aún puede lavarlo si tienes a mano un banco para que alcance al grifo del agua. De acuerdo a las edades de tus hijos pueden distribuir las tareas arriba mencionadas para que la responsabilidad de dejar la cocina en condiciones no recaiga solamente sobre tus hombros.

De esta manera no solo les estarás enseñando a tus hijos a ser más independientes, sino el valor del trabajo y del servicio.

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